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La belleza de un diamante tallado, radica en su comportamiento con la luz.

Aquellos con proporciones finas y buena simetría, potencian su interacción con la luz y le procuran mayor brillo y centelleo.

Atendiendo a la talla, los diamantes pueden ser cortados con distintas formas, tales como, talla brillante (redonda), esmeralda, pera, corazón, etc.

El peso de un diamante, se expresa en “quilates”, o en inglés “carat”, que nada tiene que ver con la pureza como ocurre con el oro.

1 quilate de diamante equivale a 0,2 gr de peso.

El peso de los diamantes se expresa normalmente en quilates, tales como, 0,05ct, o 1,5ct, o 4,29ct.

Normalmente los diamantes de más de 0,5ct empiezan a tener un valor importante, por debajo de 0,5 el valor de mercado de los diamantes no es muy alto.

La pureza se determina atendiendo al tipo y numero de defectos internos (inclusiones) que presenten los diamantes observándolos con una lupa de 10 aumentos.

Las distintas clasificaciones son:

• FL: Flawless (sin inclusiones)
• IF: Internallyflawless (sin inclusiones internas)
• VVS: Veryverysmall (inclusiones muy, muy pequeñas)
• VS: Verysmall (inclusiones muy pequeñas)
• SI: Small inclusion (inclusiones pequeñas)
• I: Imperfect (imperfecto).

La pureza de los diamantes es clave a la hora de determinar el valor del mismo, y hace variar mucho el valor dependiendo de si un diamante es SI1 o VVS1; por ejemplo, para un diamante de 1ct y un color G, la diferencia de precio puede llegar a ser de más de 5 mil € dependiendo de si es una calidad SI1 o VVS1, por eso es fundamental que el gemólogo que realice la tasación sea una profesional honesto y con experiencia o que el diamante disponga de un certificado que justifique su calidad.

El color, o mejor dicho, la ausencia de color de los diamantes se determina en base a una escala definida que oscila entre un color “blanco excepcional” y un diamante coloreado y se utilizan unas plantillas de color (desde la D hasta la Z) para identificar correctamente la tonalidad del diamante.

Siguiendo el ejemplo anterior, un diamante de 1ct y de una pureza VVS1, difiere en más de 3 mil € si en lugar de ser un color G es un J.

De nuevo un buen profesional podrá identificar correctamente el color real del diamante para darle una tasación apropiada a su pieza.

También es importante considerar el grado de “fluorescencia” del diamante de cara a determinar la calidad del mismo. A mayor fluorescencia, menor valor.